lunes, 10 de septiembre de 2012

ESE BORRACHO ESTÁ BEBÉ...



         Han notado que en todo grupo siempre hay un borracho/a que es como cuidar a un bebé. La similitud es idéntica. Por ejemplo, el bebé comienza a llorar  porque tiene hambre y tenes darle la mamadera (cerveza, fernet, vino, el aperitivo americano que comienza con la letra “G” y quién sabe que más) para calmar su berrinche. Algunos, cuando toman del biberón olvidan tragar y salivan su camisa; digo… el babero. Otra cosa en común que ambos acostumbran volcar/arrojar todo lo que tiene en su zona de alcance y/o ensuciar las galas de los encargados de cuidarle.
         Entretener a un borracho/a y a un bebé es lo más simple del mundo: con hacer caras estúpidas o imitar sonidos de animales, se cagan de risa. Más lindo es cuando nos quieren decir algo pero no se les entiende, no son claros al hablar. Sólo  se comprenden balbuceos, risas y sollozos…
         Es increíble cuando los bebés comienzan la rabieta porque quieren ver a “mamá” o a “papá”; lloran sin cesar porque los extrañan. Con el borracho/a pasa lo mismo, llora porque quiere ver al “chongo” o a la “chonga”. En esta situación debes mecerlo/a de un lado a otro lentamente, susurrarle al oído “olvídate, no va a volver”, cantarle el “arroz con leche” o “Traición a la mexicana”, luego darle el biberón para que se calme y se duerma.
         Seguro que conoces esas palabras que dicen “dormí como un bebé”… ¡qué oración de mierda! ¿A quién se le ocurre resolver su noche de sueño con una frase escatológica, llena de llantos y orina? Creo que los mejores exponentes para ese enunciado son esos amigos/as borrachos, es un slogan perfecto para ellos. 

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