Sí, estoy
gordito pero no es necesario remarcármelo. Sé que llega el verano, que nuestros
cuerpos deben estar marcados, anoréxicos y blah blah blah. Pero no da que estés
caminando por la calle y alguien te de un panfleto que dice “baje 20kg en dos
semanas”. Te re baja el autoestima. Peor aún, es pasar frente a una dietética y
te que ofrezcan algo para probar. O sea, ¿Lo hacen por qué te ven gordo, desesperado por comer lo que sea o por
qué les da asco ver alguien tan obeso y quieren que cambies tu vida? Lo feo es
que no le ofrecen a nadie, sólo lo hacen cuando pasas vos… tal vez, le intereso
a la rubia. Seguro que tiene un fetiche con los gorditos, como todas.
La mayor
señal que recibís, la que dice en letras mayúsculas “ESTÁS GORDITO”, es cuando
vas a un quiosco y le pedís a señor quiosquero una Coca o una Sprite: el muy
forro te trae la LIGHT de una, ni te
pregunta. Y al final te la llevas porque te confunde.
En
definitiva, pizza, hamburguesa especial con papas fritas, pizzanesa, lomitos,
torpedos, picadas, cerveza y sushi con champagne. Quedó claro, ¿no?
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